• La Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio – Confecámaras denuncia que cientos de miles de habitantes de Cauca y Nariño y su sector empresarial están en situación crítica.
  • “El ejercicio de los derechos de las minorías no puede ser a costa del bienestar y seguridad de otros sectores de la población”.
  • El gremio pide respaldar al Presidente Iván Duque en su rechazo a las vías de hecho y a las exigencias desbordadas e inviables presupuestalmente.

Bogotá, 5 de abril de 2019 – Un firme rechazo al bloqueo indígena en el Suroccidente del país, en donde no sólo se están afectando los derechos básicos de cientos de miles de habitantes de los departamentos de Cauca y Nariño, sino la seguridad nacional, hizo Julián Domínguez Rivera, Presidente de Confecámaras, quien pidió su levantamiento inmediato.

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“Los derechos de las minorías nunca pueden transgredir los de otros miembros de la sociedad y la seguridad nacional. Tampoco, capturar la agenda pública al punto de querer poner en jaque a todo el país”, afirmó Domínguez.

Para el presidente gremial, sin desconocer el derecho a la protesta consagrado constitucionalmente, es condenable que los habitantes de Cauca y Nariño, sobre todo los más pobres, sufran las nefastas consecuencias del bloqueo, ante la escasez de productos básicos y la negación de los derechos al trabajo, la movilidad y la salud.

Igualmente, que el sector empresarial esté en una situación crítica, lo que pone en riesgo miles de empleos y los medios de supervivencia de un gran número de familias.

“Hay que respaldar al Presidente Iván Duque, símbolo de la unidad, y acompañarlo en las acciones que con su equipo viene ejecutando para conjurar la crisis. Asimismo, en su rechazo a las vías de hecho y el compromiso con preservar el bienestar de todos los colombianos al no ceder ante peticiones que no pueden ser asumidas por ley o por limitaciones presupuestales”, dijo el Presidente de Confecámaras.

Finalmente, pidió rechazar las intenciones de quienes quieren utilizar la protesta indígena con fines políticos, generar caos o evitar la acción de la Fuerza Pública en algunas zonas del país, por parte de grupos interesados en generar convulsión social y sembrar desconfianza entre los colombianos.