Estamos llamados a adoptar alternativas que nos posibiliten llegar a acuerdos para impulsar vías de desarrollo en temas sociales o ambientales, entre otros, de tal manera que podamos avanzar como anhelamos.

Soy un convencido de que el consenso es el camino para tomar decisiones sobre lo esencial, lo que ha sido mi faro y he promovido a lo largo de mi trayectoria profesional. Promover discusiones y gestionar acuerdos, a partir de unas reglas de juego claras, permite hacer más productivo el quehacer de empresas e instituciones públicas y privadas. Y lo que es más importante: impulsa el liderazgo colectivo que es el resultado de trabajar de manera conjunta en las soluciones que las sociedades requieren.

Escribo en esta oportunidad sobre este tema luego de participar en la Cumbre Mundial de Mediación Empresarial, que tuvo lugar en Valladolid, y que acogió a empresarios y líderes de varias latitudes. El foco de la reflexión de este importante evento fue cómo lograr que conflictos derivados de las relaciones comerciales puedan constituirse en oportunidades para llegar a consensos a través de procesos de mediación.

¿Qué tiene que ver esto con el liderazgo colectivo? En que la mediación es una herramienta que permite generar capital social a partir de escenarios de confianza y nuevas formas de relacionamiento. Como lo dijo durante el evento la ministra de Justicia de España, Pilar Llop Cuenca, “una comunidad se define por la forma en que gestiona sus conflictos, y las soluciones que ofrezcamos deben ser igualmente dinámicas y ágiles. Es necesario pasar de la cultura del conflicto a la cultura del acuerdo”.

Entre los múltiples desafíos que tenemos como sociedad, está la necesidad de avanzar en formas de resolver los conflictos tanto en lo privado como en el ámbito público, propiciando la convivencia de visiones opuestas y apalancados en herramientas diversas, como la mediación.

En ella, no se trata de establecer vencedores y vencidos, sino de llevar a las partes a encontrar la mejor solución posible, lo que implica reconocernos y validarnos en nuestras diferencias. A partir de ello podremos ser más eficientes como sociedad para definir agendas comunes en temas clave como inclusión, educación o empleo, para mencionar solo algunos.

Estamos llamados a adoptar alternativas que nos posibiliten llegar a acuerdos para impulsar vías de desarrollo en temas sociales o ambientales, entre otros, de tal manera que podamos avanzar como anhelamos.

Este no solo es un reto nuestro sino global, porque, no obstante los grandes avances que ha alcanzado la humanidad en múltiples campos, persisten grandes desafíos como el climático o los conflictos ocasionados por temas territoriales, ideológicos o económicos. En este marco, la Cumbre Mundial de Mediación Empresarial hizo un llamado a conectar la solución pacífica de controversias a través de la mediación con los sistemas jurídicos de cada país y promover el conocimiento y la investigación en este campo.

Será una forma muy valiosa de guiar discusiones determinantes para el futuro del mundo y de Colombia, a través de gestionar el disenso y de esta manera potenciar la cultura del encuentro y la confianza en todos los ámbitos de la sociedad. Es un buen punto de partida para generar acuerdos donde lo que nos guíe sea el bienestar colectivo.