El pasado viernes un microempresario argentino radicado en Cali, preocupado por la convulsión en la ciudad, se comunicó con W Radio para hacer un llamado al liderazgo, a bajar el tono en el discurso y a pensar, además del fondo, en la forma como se expresan los mensajes.

 Qué opinión tan oportuna en el momento que vive Colombia, que demanda a los líderes de todos los ámbitos: político, empresarial, académico, periodístico, entre otros, actuar con grandeza dado que, si no somos conscientes de los efectos de los mensajes que se transmiten por medios y redes sociales, se puede generar un estado de cosas de profunda inestabilidad.

De ninguna manera se trata de limitar la libertad de expresión y de protesta, sino de actuar con reflexión y espíritu constructivo desde todas las esferas ideológicas.

Hoy más que nunca se requiere poner al país por encima de militancias, antagonismos políticos y cálculos electorales para actuar con responsabilidad, porque será muy difícil luego apagar el incendio que están alentando quienes buscan llevarnos a los extremos de naciones vecinas.

Rechazar las soluciones que requiere el país para atender la profunda crisis económica y social que ha generado la pandemia demuestra un alto nivel de indolencia, dado que aplazar las medidas, que se tendrán que tomar tarde o temprano, nos pasará una factura muy costosa.

Destruir la confianza en el país y en sus instituciones solo contribuye a intensificar la crisis. Es necesario atender los llamados a actuar con responsabilidad, construir consensos y aportar entre todos para sacar el país adelante.

Es un hecho que sin nuevos recursos no se podrá atender el impacto de la pandemia en la población en situación de pobreza, que pasó del 35,7% al 42,5% de los colombianos, lo que representa 3,6 millones de personas adicionales, según reveló el Dane. A la vez, garantizar el equilibrio fiscal para que el Estado, que somos todos, no se quiebre y el costo de financiación para los hogares no aumente.

No hay camino viable para atender la caída de la economía y ayudar a los colombianos vulnerables que el aporte de quienes están en mejor situación. Por eso es necesario ampliar programas como Ingreso Solidario, que les otorga mayores recursos para el sustento mensual a las familias en situación de pobreza.

Infortunadamente, creo que este es un tema poco entendido por la mayoría de los colombianos: se ha extendido que se van a poner impuestos a los pobres, cuando lo que se busca es incrementarlos a la población de mayores ingresos. Además, es fundamental evitar un impacto sobre la clase media, muy golpeada por la crisis.

Otra cosa son las acciones de los vándalos y delincuentes que aprovecharon las protestas para robar y destruir. Les debe caer todo el peso de la ley porque nada justifica la destrucción y saqueo de los bienes públicos y privados. También es necesario rechazar el bloqueo de las ciudades afectando el derecho a la movilidad y el abastecimiento de la ciudadanía y del sector productivo.


Julián Domínguez Rivera
Presidente de Confecámaras y del Consejo Gremial Nacional.